Jorge de los Ríos, vecino de Villa del Parque, es uno de los dibujantes más importantes de Argentina. Durante 50 años ilustró la infancia de generaciones enteras a través de las producciones de García Ferré. | ||
Habla pausadamente, con un tono bajo, algo tímido. Por eso será que el primer impulso de Jorge de los Ríos para explicarse es mostrar su oficina, su tablero, sus lápices y la cantidad insondable de cajas llenas de dibujos que recorren los placares de su departamento de Villa del Parque. Un arte que pareciera nacer como si nada, con su espíritu jovial y tierno como principal fundamento, y que ha dado a luz algunos de los personajes más entrañables de la escena infantil local, como “Anteojito”, “Hijitus”, “Ñomi”, “Trapito”, “Petete”, en el marco de la usina creativa de Manuel García Ferré, con quien continúa trabajando luego de casi 50 años. Actualmente desarrollan la película “Largirucho y La Sole”, que contará con grandes estrellas invitadas. No obstante, en su haber tiene una larga historia de trabajo, en la que se combinan la ilustración publicitaria, la caricatura, la historieta, los dibujos animados y el “dibujo serio” - en muchos casos, las láminas ilustradas didácticas o de diferentes próceres con las que generaciones enteras han decorado aulas o realizado trabajos prácticos. El comienzo En sus palabras: “Yo dibujé toda la vida, pero nunca pensé que iba a vivir del dibujo. Una vez, a eso de los once años, yo me había pedido un curso de pintura a domicilio, que venía con pinturitas y pinceles. Y lo recibió mi papá. Me dijo: ‘Si vos ya sabés dibujar, dedicate a estudiar’. Pero yo me la pasaba dibujando a los jugadores de River por todos lados”. Sonríe con una frescura contagiosa cada vez que termina una de sus muchas historias. Recorre los pasos de su carrera con paciencia y sensibilidad, como quien va descubriendo un tesoro. Es que a la par de su gran trayectoria, hay una historia de amor que se entrelaza en su relato a cada instante, y tiene nombre: se llama Delma, con quien está casado desde los 18 años. Hoy ella digitaliza sus dibujos para enviarlos a las editoriales. “Apenas nos casamos, empecé a trabajar como celador en un colegio. Pero descubrí un aviso en el que pedían de un estudio un dibujante publicitario. Me fui a presentar con mi carpeta de jugadores de fútbol. Bastante caradura. Me dijeron que eran lindos, pero que querían otra cosa. Sin embargo, me pidieron que fuera el lunes siguiente, que era 13 de febrero. Me acuerdo porque era carnaval y feriado. Y desde ya que fui a pesar de todo eso. Así empecé”, cuenta. Pero su ilusión estaba en las tapas de la revista “Canal TV”, la primera revista de televisión en Argentina, que se ilustraban con caricaturas de las personalidades del momento. “De jovencito añoraba las tapas de Abel Ianiro, a quien admiraba. Pasó un año y yo estaba haciendo esas tapas. Cosas del destino”, exclama. En ese entonces, ya trabajaba en la revista “River” – en la que aún participa: lleva publicadas 980 caricaturas y guarda la aspiración de llegar a las 1001 -. Ahí conoció a Calé, quien, al fallecer Ianiro, lo invitó a presentarse para continuar las tapas. “Hice tres pruebas. Tenía que dibujar al actor George Maharis. Pasé toda la noche bocetando. Mi primer tapa salió el 12 de septiembre de 1962”, relata, con satisfacción. Una perlita: así conoció a Pepe Biondi, con quien trabajó y trabó una amistad. “Era un personaje fabuloso”, comenta. Dibujar con García Ferré En 1964, fue por insistencia de un amigo que había comenzado a trabajar con García Ferré como director de arte, que realizó algunas colaboraciones. Terminó dibujando 300 temas del famoso “Libro Gordo de Petete”. Se sumaron luego las tapas de la revista “Anteojito” hasta su edición final, en 2001. Pronto, García lo convocó para sus largos animados: “El primero fue ‘Ico, el caballito valiente’. Era una cantidad de trabajo infernal. Antes todos los dibujos se hacían a mano, cada movimiento. Pasábamos noches sin dormir para llegar con los tiempos de lanzamiento. Se hacía un minuto de película por día, fotograma por fotograma”, relata Jorge. Es así que ha intervenido en todas sus producciones fílmicas, entre las que se destacan “Petete y Trapito”, “Hijitus” y “Manuelita”, elegida para competir en los premios Oscar en 1999. Y creó el animado “Casimiro”, que aún tiene éxito en España. Por otra parte, también trabajó para las producciones nacionales “Boogie el aceitoso”, “La Maga de Oz”, “Las aventuras de Pan Triste”, “Patoruzito”, “Isidoro” y “Valentina”. El secreto ¿Cómo dibujar para chicos? “Yo soy un chico”, asegura entre risas, amparado en su mirada pícara. Su esposa, asiente: “García Ferré dice que se da cuenta de sus trabajos por la dulzura que queda en ellos”. Y para crecer, se dejó guiar. “Yo me formé en la ‘universidad del dibujo’. Tuve el privilegio de, desde antes de los 20 años, estar rodeado de grandes, como Calé, Toño Gallo, Divito, García Ferré, Juan Angel Sagrera, director de Canal TV, quien me introdujo en el mundo de la historieta, con ‘Patapufete-che’ y ‘Los 3 chiflados’. Yo miraba y ellos me miraban dibujar, me aconsejaban. Esa experiencia no tiene precio”, cuenta. Completa su apretada agenda con las clases que dicta en la escuela de dibujo de Carlos Garaycochea desde hace 24 años. ¿Un consejo? “Nunca perder el cariño por lo que se hace, sino uno se ve condenado a ser infeliz. Se debe sumar el amor por lo que hacés y la voluntad de trabajar, pero nunca debe convertirse en un sacrificio”, asegura. Y remata: “Yo, si pudiera volver atrás, haría exactamente lo mismo”. María José Lavandera FUENTE DEVOTO MAGAZZINE |